viernes, 9 de julio de 2010

Un Sentimiento. Un Color: El Rojo

Año 2010. España se encuentra en la mayor crisis económica en sus mas de 25 años de Democracia. Mientras el resto de Europa se encuentra sumida en un periodo de recesión y de reformas importantes a todos los niveles, que propician una esperanza en el crecimiento de la economía en los próximos años España sufre, de forma mucho mas acusada, los desajustes propios del desplome que producen la falta de recursos, la desconfianza por la bajada del nivel adquisitivo del Español y las cifras de paro que alcanzan unos niveles, casi, de país en vías de desarrollo.
Con un número de parados de  4.066.202 personas en Mayo de 2010 muchos españoles se ven obligados a situaciones  de desamparo por el embargo de viviendas hipotecadas. Crisis familiares fruto del desorden económico- familiar y crisis de identidad de muchos españoles que ven como su estabilidad económica, su conciliación familiar y su autoestima se funden a ras de suelo.
Y mientras, los politiquillos de abrevadero  siguen con su discurso vacío, su juego de pilla pilla, su ineptitud en la capacidad de encontrar soluciones sin mirarse el color de la corbata. Sabiendo que sus casas, su bienestar, no corren peligro. Sus coches oficiales, sus dietas y sus jeets privados sin rumbo oficial y con el deposito lleno. Esos, que juegan con lo que somos, con nuestras manos, con nuestras familias y con el pan, que en forma de trabajo, nos llevamos a la boca con la primitiva intención de vivir.
Pero contra esos políticos de venta ambulante, contra esa crisis producida por los que son amigos de lo ajeno surge ahora una ilusión. Un color, el rojo, que nos hace olvidar de la letra que tenemos que pagar el Lunes, que nos hace olvidar las desavenencias, las horas de llanto frente al espejo roto de la autoestima. Que nos hace olvidar la ansiedad que aumenta proporcional a los meses de paro que quedan. Un deseo que repondrá todos los besos que dejamos de dar, de un cielo diana de muchas plegarias, de muchos rezos de muchos españoles que, por un día, quieren sentir la sensación de que aún están vivos. Y ahí tenéis el corazón de cada uno de nosotros para que nos hagáis recordar, aunque sea por unos días, que fuimos una vez los primero del Mundo.